Al brindar atención en salud (medicina, nutrición, enfermería, servicio social, psicología, fisioterapia, rehabilitación y demás subespecialidades) a personas con diabetes, la persona que le atiende debe informarle y guiarle para que, como adulto, el paciente tome responsabilidad por el control de su enfermedad. Se ha demostrado que esta es la mejor manera de alcanzar resultados positivos de control de las enfermedades crónicas del adulto, y la forma de lograrlo es a través de la educación.
El aprendizaje del uso correcto de medicamentos es un aspecto básico del tratamiento de la persona con diabetes, en el que hemos demostrado que existe déficit de conocimientos iniciales en el profesional sanitario (resultados de la evaluación inicial muestran rendimiento en 22%).
Si logramos mejorar la calidad de información que los profesionales en salud brindan a las personas que atienden acerca de su tratamiento, los estudios internacionales demuestran que el control metabólico, el cumplimiento del tratamiento y la satisfacción con la atención recibida mejorarán. Sin duda, el proyecto tendrá un fuerte impacto social al aplicarlo a gran escala, como se está planteando ya dentro del IGSS.
Este modelo incluye los aprendizajes adquiridos de la retroalimentación de alumnos de años previos, las sugerencias de ellos y de otros docentes, y el reto de alumnas que no llegaron a completar las metas planteadas en el tiempo asignado. Su razón de ser es mejorar la educación en este tema específico, y poder usarlo, no solo en este pequeño grupo, sino también en cohortes posteriores.
Utilizando la teoría de Diseño Educativo, el modelo está dirigido a la práctica, esbozando la probabilidad de logro de los fines de aprendizaje planteado, y permitiendo a los estudiantes interesados en el tema aplicar lo aprendido en la práctica cotidiana.
Situación de contexto Mi trabajo docente está delimitado actualmente a la creación y mejora de un postgrado en educación en diabetes en Guatemala, para profesionales en ciencias de la salud que atienden a personas adultas, con diabetes y sus complicaciones.Este modelo andragógico se desarrollará primero como un plan piloto para reforzar los contenidos de estudio en 3 estudiantes del IGSS, quienes por motivos diversos no lograron demostrar competencia en el uso de medicamentos orales durante el programa regular del año 2,008, pero necesitan tener un conocimiento sólido para poder aplicarlo en su práctica cotidiana durante y después del año 2,009.Posteriormente, el modelo será validado durante el módulo de Andragogía 3. Si se logran resultados satisfactorios con su aplicación, se incorporará como parte del curso regular de postgrado en Educación en Diabetes, cuyos alumnos son profesionales sanitarios en grado de licenciatura.La aplicación y aplicabilidad de este modelo es de suma importancia para mi trabajo docente, ya que es la primera vez, en 4 años de aplicación del presente curso, que me ubico frente a estudiantes que no logran completar los contenidos a cabalidad. Esto me sugiere que es probable que los conocimientos tampoco hayan sido aprovechados al máximo por otros participantes, o que el método de enseñanza puede ser mejorado. La tendencia internacional en la creación de competencias laborales es hacer los contenidos más fáciles para su aprehensión y aplicación. El problema real en la enseñanza de este tema es la necesidad de establecer un vínculo tangible entre la teoría y la práctica, manifestado en un cambio de actitudes (del profesional sanitario en la atención, y de la persona con diabetes en el uso del medicamento), lo que a la larga se reflejará en un cambio en el control metabólico y en la satisfacción con la atención brindada y recibida.
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